El Oso Quejoso

No se confunda con el título, mi querido lector. No estoy hablando de un tango triste de Gardel. Hoy volvimos al bar. Al lugar donde nos alegrábamos al extremo y también llorábamos penas viejas de amores. Donde se nos ocurrían ideas y proyectos que nunca en nuestra vida hubiéramos pensado con 4 botellas de menos. Me recordó a cuando me ganaba unos pesos sacando fotocopias en la imprenta de enfrente, para cerrar el local a las 20 hs y aprovechar el 2x1 en Fernet, juntarme con Santy y con Marian, que vivía ahí a una cuadra, y ahogarnos en alcohol un día de semana cualquiera. Donde proyectábamos irnos a la montaña, tirar el celular al fondo de la mochila y olvidarnos de todo. Hoy pasé por muchos lugares que significan mucho para mí. Pero no con un deseo de volver al pasado, si no con la felicidad de haber vivido mil cosas. Con la alegría de haber forjado algo tan fuerte con mis amigos que nunca pudimos parar. En Noviembre se viene La Trastienda. Uno de repente tiene ganas de ir directo

  Siempre que escribo acá trato de que las cosas que pongo en este lugar me resulten emocionalmente reflexivas. Cuando empecé a escribir "Deja vu de un corazón inmaduro" (Sin creerme Cerati. Simplemente me gusta escribir de las cosas que me emocionan. Qué lindo atajarse así, no? Qué linda la paranoia. Para más información, ver el primer posteo de este blog), ya me perdí. En fin! Cuando empecé a escribir "Deja vu...", estaba a punto de ir a dormir. Es raro que yo quiera escribir una canción "para tal cosa o tal otra". En este caso, me quise referir a ese momento único y romántico que vive cada persona cuando se acuesta en su cama y se queda sola con sus pensamientos. Supongo que es distinto cada día y en cada persona, pero en ciertos momentos, a mi me gusta refugiarme de la realidad en esos pequeños e invaluables momentos que viví a lo largo de mis años. Me gusta, por momentos, pensar que sigo siendo un niño con todo el mundo por delante y todo por venir, o

  Hoy en día (y no por mucho más), y hace unos años que vengo trabajando en la calle con mochila. Cada vez que tiene mucho peso y me dicen "esa mochila está a punto de explotar", yo recuerdo que la vida me dio un padre completamente loco que me hizo cargar una mochila más grande que yo a los 6 años por diversos cerros del sur argentino, y luego en casi todas las edades subsiguientes de mi niñez. Recuerdo que todos se maravillaban cada vez que veían esos paisajes naturales, cuando para mi era algo tan normal... Era prácticamente todo lo que conocía. Jamás iba a imaginar que de grande lo iba a atesorar todavía más. Creo que en la montaña una persona te muestra realmente quién y cómo es. Solidario, o solitario, tal vez valiente, o miedoso, delicado, preparado para situaciones difíciles. Creo que un paso a averiguar antes de saber qué es lo que querés hacer es saber quién sos. Y la montaña es un lugar fabuloso para averiguar eso en silencio. Incluso subiendo en grupos, me doy cue

  Siempre que estamos haciendo cosas para Simón Basta!, viene gente y me empieza a preguntar para cuándo canciones nuevas, para cuándo un disco, para cuándo tal cosa y tal otra... y a lo mejor sacamos un disco hace 4 meses. Esto lleva a un hecho que vengo pensando hace muchos años, y es que vivo muchas vidas en una. No sólo yo. Todas las personas que se dedican a su vocación en su tiempo libre de sus ocupaciones burocráticas. Soy demasiado ortiva como para preguntarle a alguien de su propia vida, siendo que yo tengo mis problemas, como por ejemplo, la falta de tiempo (vengo de trabajar 9 horas y cursar 3 en la facultad, con los viajes y estudiar en el medio), así que paso a comentar mi caso.   Más o menos desde que empezó SB!, allá por el año 2006/2007, que mi vida se dividió en 3: trabajo, facultad y banda. Hace muchos años que sigue siendo así, y nunca dejé de pensar para mis adentros, mientras hacía alguna de estas demandantes y cansadoras actividades: puta madre... hay gente que s

Recuerdo que hace como 10 años intenté hacerme un blog. Me pedía una dirección física como requisito que tenía que si o si ingresar para iniciarlo, y eso me repelió absolutamente. Recuerdo pensar: "Qué onda, loco? No puedo ser un escritor anónimo y feliz, rompiendo las pelotas desde una playa en Gesell (que, por cierto, creador de X-Men Origins, NO TIENE MONTAÑAS)??? Al parecer no. Y después creo que sólo abrí uno de un amigo que decía, en un artículo, que Appetite for Destruction de Guns n' Roses era el mejor disco jamás hecho en la vida y en la historia del universo, cosa que me pareció absolutamente brillante, por lo extremista y cerrada. Y ahora voy a hablar del extremismo, porque siendo yo, nunca digo nada, cuando ocultamente siempre tengo 10 millones de cosas para decir. Sólo que me parece que a todo el mundo le chuparía un reverendo huevo lo que tengo para decir, así que les ahorro el esfuerzo de prestarme atención (de nada, por cierto). El extremismo, haciendo un poco